sábado, 18 de junio de 2011

Perspectiva de las Ciencias Psicológicas en el Siglo XXI

Nos encontramos viviendo una etapa de la humanidad abundante en cambios, oportunidades e  incertidumbres.
Para poder hacer reflexionar sobre el futuro de la psicología es necesario partir del contexto en el que se desenvuelve; esto necesariamente implica entender la relación que existe entre el sentido del desarrollo humano y la forma como se llevan a cabo los procesos que la constituyen.
 Así, es necesario determinar el modelo social que se busca; no existe disciplina en ciencias sociales que no ofrezca una concepción de desarrollo humano y que se refiera al proyecto social que busca generar. Todo proceso de formación humana está inserto en una cultura cuyos símbolos, valores y experiencias definirán su sentido.  
Para comprender el significado que tendrán las ciencias psicológicas hacia el futuro no basta analizarlas en sí mismas; también corresponde analizar el actual desarrollo de la sociedad. Algunos escenarios futuros, consideran  el surgimiento de una nueva  civilización, que surge cuando una gran cantidad de diversas culturas se aglutinan en torno a un solo elemento.
Hoy existe un nuevo elemento aglutinador que está construyendo una nueva forma de vida y que hemos denominado GLOBALIZACIÓN. Este concepto multidimensional trasciende las esferas económica, política, social y cultural, cuya base es Ia economía, con la pretensión de una integración global de la producción, el comercio, el financiamiento, la organización de la información y la tecnología, entre otros aspectos.
También la estructura de la sociedad venidera introduce  el concepto de «valor del conocimiento» para referirse ai hecho de que hacia el futuro la verdadera riqueza estará en el «proceso del saber». Ei sueño que nos ofrece esta nueva civilización es ia construcción de la sociedad del conocimiento.
Se está creando un nuevo paradigma de ciencia y tecnología, y vendrán a nuestras universidades seres humanos con otras actitudes.  El paradigma predominante a partir del siglo  IXX y gran parte del XX se derivaba de la física clásica, pero la  gran preocupación del  ser humano de hoy es vivir el mayor tiempo posible sano física y mentalmente; aspira a conocerse más a sí mismo.
También hay que considerar un cambio en el orden de los valores, donde lo económico y lo político imperan.  La psicología tiene en este escenario un enorme desafío no sólo para contribuir a incorporar a un amplio sector a las dinámicas económicas, sociales y culturales, sino también en el cambio de los valores, para que la equidad, la solidaridad y el bienestar común estén presentes en el desarrollo político de las naciones.
El último escenario a considerar es el empleo, dado que en la medida en la que nos hemos tecnificado y progresado, la competitividad es mayor, y colocarse laboralmente algo cada vez más difícil.
 A partir de estos escenarios es posible que hacia el futuro la mejor alternativa sea repensar la concepción del hombre y la sociedad, volviendo a pensar nuestras formas de vida, rescatando algunos valores como la justicia social, la búsqueda del bien común y el respeto a la libertad individual. Pero, también, incorporando nuevos valores que regulen esta sociedad del  conocimiento, postcapitalista, postindustrial y postmoderna.
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